¿Son realmente peligrosos los neumáticos de ocasión?
El neumático de ocasión en nuestro país irrumpió con fuerza desde el año 2009 con motivo de la crisis económica permitiendo que las personas que no tuvieran recursos o que no estuvieran dispuestas a pagar los precios de los neumáticos por aquel entonces, tuvieran acceso a un producto que satisficiera la misma necesidad con unos precios más asequibles.
Desde tiempo atrás se está poniendo en duda la seguridad da los neumáticos de ocasión y pocas veces se afronta esta tesis con un conocimiento del mercado lo suficientemente amplio como para responder todas las dudas planteadas. Desde la revista digital Motorpasión, Javier Costas intenta dar respuesta a esta pregunta en un artículo de junio de 2013. En este artículo quedan inconclusas una serie de cuestiones que pueden confundir a los consumidores. A continuación, trataremos de resolver todas las dudas planteadas para evitar confusiones innecesarias.
¿De donde proceden los neumáticos usados?
Para conocer su origen y contestar esta pregunta, debemos situarnos a finales de los noventa. Los distintos gobiernos de la ya Unión Europea estaban empezando a tener como preocupación los millones de toneladas de neumáticos que se desechaban todos los años y se acumulaban en enormes vertederos. Para dar solución a un problema que no parecía que fuera a menguar, se decidió obligar a los principales fabricantes de neumáticos a encargarse de la recogida y gestión. Así fue como a lo largo y ancho de toda Europa fueron surgiendo empresas para recoger los conocidos a partir de entonces como neumáticos fuera de uso (NFU).
En España, la primera empresa encargada de recoger los NFU fue SIGNUS que comenzó en mayo de 2005 y posteriormente TNU. Estas empresas, como las del resto de Europa, se encargan de recoger los NFU que se producen en sus países. Para soportar económicamente esta titánica labor, se creó la conocida como “Ecotasa” que supone parte del coste de la gestión de los NFU.
Las empresas de recogida, pasan por todos los talleres adscritos a ellas recogiendo los NFU para luego en sus instalaciones separar los que todavía se pueden usar de los que no. Los neumáticos que todavía tienen vida útil provienen de tres perfiles de conductores/coches distintos:
- Conductores que han cambiado un juego de neumáticos porque han pinchado o han roto uno de ellos, dejando el otro de la pareja aun servible.
- Conductores de un país del norte de Europa (Alemania, Holanda, Austria, Suiza Y norte de Francia principalmente) donde están obligados a utilizar neumático de nieve en temporada invernal. Estos conductores cambian sus neumáticos mucho antes del fin de su vida útil y no los suelen guardar dejándolos, así como NFU.
- Las empresas de coches de alquiler y vehículos de leasing/renting suelen tener la obligación de cambiar los neumáticos cada muy pocos kilómetros, dejándolos en muy buen estado para ser puestos en circulación de nuevo.
En ninguno de estos tres casos podemos considerar los neumáticos como “las sobras” puesto que el uso de neumáticos de ocasión se extiende por toda Europa, tanto países del norte como países del sur, de hecho, uno de los principales compradores de neumático de ocasión es Reino Unido donde su uso también está muy extendido.
¿Esconden fallos indetectables?
No, los neumáticos no esconden fallos indetectables. Los medios técnicos actuales, nos permiten percibir hasta el más mínimo fallo del neumático.
El proceso de calidad de un neumático usado es largo y tedioso ya que hay que ver, tocar y comprobar todos y cada uno de los que pasan por nuestras manos. Este proceso está integrado por 5 pasos:
- Como ya hemos explicado antes, las empresas de recogida de neumáticos se encargan de hacer una primera inspección para separar lo que a priori parece neumático reutilizable. En esta fase se descartan neumáticos gastados, con roturas y cortes muy visibles.
- Una vez que han separado los neumáticos destinados a ser reutilizados empresas como la nuestra, CEE Neumáticos, manda a trabajadores muy experimentados que se encargan de revisar todos los neumáticos, uno a uno para escoger aquellos que cumplen con nuestros requisitos de calidad. En esta fase se descartan neumáticos con muy poca banda de rodadura (por debajo de los 3-4 mm), marcas que tienden a deformarse y a no ser fiables, cortes más pequeños, desgastes irregulares, pinchazos que no se puedan reparar o con planos. Neumáticos viejos, agrietados o con la goma reseca por su mala conservación.
- Una vez que los neumáticos han pasado por una inspección ocular y llegan a nuestras instalaciones, todos y cada uno de ellos se vuelve a inspeccionar utilizando la ayuda de una máquina. Esta máquina, infla los neumáticos por encima de su presión de uso para detectar cualquier deformidad, pinchazo, plano, huevo o corte que no se haya detectado anteriormente. Este proceso detecta todos los fallos de un neumático e impide que se comercialicen aquellos que no están en buen estado.
- Los neumáticos han de ser emparejados para vender y ambos neumáticos han de ser iguales. Misma medida, marca, modelo, miso índice de velocidad y carga. Hasta mismos subíndices, muy frecuentes en algunas marcas como Michelin. Hay que destacar que este requisito en otros países como Alemania no se da y un coche puede llevar en el mismo eje, dos neumáticos completamente distintos siempre y cuando sean de la misma mediad y cumplan con los requisitos establecidos en la ficha técnica del vehículo.
- Una vez que los neumáticos están en el taller y van a montarse en algún coche, el mecánico es el último responsable de garantizar que esos neumáticos estén en buen estado. Cuando los monta en la llanta y los hincha, si el neumático presenta algún defecto que por algún motivo no se ha detectado (ocurre en nuestro caso en menos del 1% de las ocasiones), el mecánico ha de desecharlos. También se utiliza un tanque con agua en el que se sumergen los neumáticos para comprobar si pierde aire por algún lado. Si es así se repara o sustituye por otro.
- En nuestro caso, damos al cliente un plazo de 10 días para que si ve o siente algún problema en el neumático venga a que se lo corrijamos o si fuera preciso los sustituyamos sin ningún coste adicional.
Con este proceso de calidad nos aseguramos de que todos y cada uno de los neumáticos que CEE Neumáticos vende, cumple estrictamente las condiciones de uso requeridas para su normal funcionamiento y garantizar así la total seguridad de los conductores.
¿Realmente se ahorra dinero?
Pues aquí también la respuesta es clara, sí. Muchas veces se dice que no sale a cuenta comprar un neumático usado porque lo vas a tener que cambiar en pocos kilómetros, pero eso no es así. Obviamente un neumático usado dura menos que uno nuevo, pero en función de la calidad del neumático usado durara más o menos. En nuestro caso como mínimo vendemos neumáticos con un 50% de vida útil.
El neumático que más dura según un estudio de la OCU es Michelin con 46.918 Km de duración. Asumiendo que estos datos son iguales para todos los neumáticos de la marca Michelin, podemos decir que un neumático 205/55 R 16 91 V Energy Saver + tiene una vida útil de 46.918 Km, luego un neumático usado de la misma marca mediad y modelo con el 50% de su vida útil tendrá 23.459 Km de vida útil. El nuevo lo podemos encontrar en el mercado según la OCU desde 71´56 € y el usado desde 30€. Las cuentas son fáciles:
-Nuevo; 71`56/46.918= 0`001525 € por Km, o lo que es lo mismo, 655`64 Km por € (46.918/71,56=655,64). Con cada euro que pagamos por un neumático nuevo podemos recorrer 655`64 Km.
-Usado; 30/23.459= 0`0012788 € por Km, o lo que es lo mismo, 781`96 Km por € (23.459/30=781`96). Con cada euro que pagamos por un neumático usado podemos recorrer 781,96 Km.
Una vez analizados los resultados podemos concluir que un neumático usado en perfectas condiciones de uso y con un 50% de vida útil es mucho más económico que un neumático nuevo. Si el precio por Km del neumático de ocasión lo multiplicamos por el total de la vida útil encontramos que su precio sería de 60 €, 11 € menos que el precio más barato del mercado. Así que las cuentas son claras, un neumático usado es mucho más económico que uno nuevo y a medida que aumenta el tamaño del neumático, uno usado se vuelve más económico.
¿Y entonces qué?
Pues como es obvio, un buen neumático nuevo siempre va a ser más seguro que uno de ocasión, pero no nos engañemos, ese neumático nuevo será más seguro en sus primeros 5.000 Km de vida si no menos, luego tendrá usted montado en su vehículo un neumático usado y será exactamente igual que los que nosotros vendemos, con los mismos pros y contras. No tiene usted que preocuparse, si bien es verdad los neumáticos pierden eficiencia en la frenada a mediad que se gastan, sus prestaciones son óptimas a velocidades normales hasta los 1´6 mm, no obstante, es recomendable cambiarlos una vez que superan la barrera de los 2 mm.
En definitiva, siempre y cuando haya una empresa con unos buenos profesionales que acrediten el correcto funcionamiento de los neumáticos usados, estos se convierten en
una buena alternativa para los neumáticos nuevos. Así que no lo dude, es mejor un buen neumático usado que una mala marca de neumáticos nuevos.
Autor: Luis Medio Fernández